La magia de la Nìt de Sant Joan, la Noche de San Juan al menos en Catalunya es una realidad con marca de "revetlla" como una fiesta -a tope- que nos lanza a un verano si freno -el desenfreno, je, je-. Antes, buscamos los abrazos en la orilla de cualquier playa y nos cegamos en un fuego interno en el que prender los deseos que nos trasladan a una tradición pagana, una más que nos robó la iglesia, por un santo cuya excusa positiva es poder decir "felicitats Joan". Una vez más, huyendo de los petardos, tomamos la ruta norte, por el Túnel del Cadí, por Puigcerdà, y en la Catalunya Nord o en la Cerdanya Francesa nos aposentamos, concretamente en la base de unos valles hermosos por su flora, su paisaje, su pureza, su paz. Nuestro "campamento base de operaciones" se instala en un Gîte, que son estos particulares albergues, repartidos por toda Francia, algunos muy dignos en su relación calidad-precio. Desde nuestro "campamento" parte la expedición hacia
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