osito de peluche
aquí en una calle del “eixample”
me han dejando junto a la papelera, sentado, eso sí
estoy harto ve ver el semáforo, verde..rojo…verde…rojo..
y yo aquí abandonado
la gente me mira.. ha pasado un niño de la mano de su papá
y estaba a punto de ser rescatado cuando el tal progenitor le ha pegado un tirón
como diciendo –eso no se coge, caca-
Es una tarde de domingo, en primavera, estoy cerca, muy cerca
de la Sagrada familia.
Justo ha pasado este tipo, me ha mirado y me ha hecho una foto,
¿para qué me querrá?, ¡ya me podía haber rescatado!
es capaz de publicarme en un blog de Internet. Hoy estos “blogueros”
son como los que miran los containers de basura, ¡lo sacan todo!
Bueno, si aparezco en un blog, de alguna manera me habré salvado.
Estaré en la red para siempre. Bueno, eso de para siempre en Internet es
un decir. ¡Todo es taaaan efímero¡
El caso es que poco después de que este tipo pasó por aquí,
vino otro con un traje verde y un chaleco reflectante o reluciente
me cogió sin ningún miramiento y me lanzó a una papelera.
Me hubiera gustado gritar en ese momento, pero soy un peluche
y ni siquiera me han puesto pilas ni un disquito que diga ¡hola, soy un osito!
Ni una cola eléctrica
ni puedo mover el cuello, ni las manos, ni las patas…
¡Soy tan sintético!, pero por otra parte, sé que con tan poco carácter,
he infundido un poco de ternura a este tipo que me ha “salvado”.
Han pasado unos días y ya no existo, salvo en esta foto rescatada por Luis.
Ahora soy parte de la basura, por un error, me clasificaron mal y me enviaron
con la basura orgánica a una zona próxima al Garraf.
Si no depositan nada encima, tal vez alguien me rescate. Me gustaría que
me llevaran a Sitges, cerca de la playa, casi seguro que algún niño
tirando de la mano de su mami diga, ¡quiero ese osito! maaaaaaaamiiiiii.
aquí en una calle del “eixample”
me han dejando junto a la papelera, sentado, eso sí
estoy harto ve ver el semáforo, verde..rojo…verde…rojo..
y yo aquí abandonado
la gente me mira.. ha pasado un niño de la mano de su papá
y estaba a punto de ser rescatado cuando el tal progenitor le ha pegado un tirón
como diciendo –eso no se coge, caca-
Es una tarde de domingo, en primavera, estoy cerca, muy cerca
de la Sagrada familia.
Justo ha pasado este tipo, me ha mirado y me ha hecho una foto,
¿para qué me querrá?, ¡ya me podía haber rescatado!
es capaz de publicarme en un blog de Internet. Hoy estos “blogueros”
son como los que miran los containers de basura, ¡lo sacan todo!
Bueno, si aparezco en un blog, de alguna manera me habré salvado.
Estaré en la red para siempre. Bueno, eso de para siempre en Internet es
un decir. ¡Todo es taaaan efímero¡
El caso es que poco después de que este tipo pasó por aquí,
vino otro con un traje verde y un chaleco reflectante o reluciente
me cogió sin ningún miramiento y me lanzó a una papelera.
Me hubiera gustado gritar en ese momento, pero soy un peluche
y ni siquiera me han puesto pilas ni un disquito que diga ¡hola, soy un osito!
Ni una cola eléctrica
ni puedo mover el cuello, ni las manos, ni las patas…
¡Soy tan sintético!, pero por otra parte, sé que con tan poco carácter,
he infundido un poco de ternura a este tipo que me ha “salvado”.
Han pasado unos días y ya no existo, salvo en esta foto rescatada por Luis.
Ahora soy parte de la basura, por un error, me clasificaron mal y me enviaron
con la basura orgánica a una zona próxima al Garraf.
Si no depositan nada encima, tal vez alguien me rescate. Me gustaría que
me llevaran a Sitges, cerca de la playa, casi seguro que algún niño
tirando de la mano de su mami diga, ¡quiero ese osito! maaaaaaaamiiiiii.
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