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Mostrando entradas de julio, 2007

Este verano esparticular, lloverá muy poco como los demás.

Comenzamos con San Juan, Sant Joan, dos santos en uno. Una noche loca porque quien no echa un cohete este día. Así que toda la noche pim pum, hasta que las palomas y los pájaros quedan anestesiados con tanto ruido. Gracias a nuestra actitud ecologísta-colectiva, respetamos tanto la naturaleza que la quemamos y más en la “nit de foc”, la noche de fuego, dejamos de mirar a las estrellas y las cambiamos por chispas y ceniza, luego vomitamos en la playa nuestro particular índice de alcoholemia y regresamos a casa al día del día siguiente con el olor a pescado de la gran merluza, llamémosle resaca del día y la noche anterior. Sant Joan es el principio de una larga noche de verano, toda una fiesta que dura toda una estación, más o menos hasta que el Corte Inglés anuncia el otoño, como siempre un mes antes. Así está el planeta que llueve en verano, nieva en primavera y en verano los Lunis al sol. Estamos 362 días del año haciendo ecologismo, revestidos de progres con tintes de pintura “veneci

La Lotería y El Gordo

La lotería, que no es otra cosa sino, la segunda declaración de renta. En la primera nos quitan una parte de nuestras ganancias rellenando un montón de papeles, casillas… y en esta, mucho más fácil: boletitos a 2, 3, 5… Euros., o si eres más pudiente: 1 décimo. Que no sé por qué lo llaman décimo, podrían decir 10 gramos o diez centímetros o “x” Euros de lotería. Normalmente no voy a la carnicería a pedir un décimo de carne de pollo. Pero la lotería sí, ¿por qué? simplemente porque así te da la sensación de que te falta algo para el entero. Y al final, como un memo terminas comprando un entero. Todo a cambio de un sueño “El gordo”. El gordo es el que se llevan las arcas del Estado con tanto loto, primitiva, quiniela, y tanto adicto a las maquinitas. Pero llega la Navidad y para apaciguar esa ansiedad de la compra compulsiva-impulsiva… nos ilusionamos con el gordo de las narices. Precisamente pensando en él, hago mis cuentas y resulta que, de un décimo han hecho 15 papeletas, de cada p

Meditaciones sobre un boeing 747

Ahí es donde tendríamos que pasar los meses de verano, entre la planta sub1 y la 6ª, subiendo y bajando escaleras. Por el módico precio de nada, te puedes pasar unas vacaciones de p. madre. La "happy people" subiendo y bajando escaleras con sus paquetes (entiéndase el buen sentido de la palabra) probándose zapatos, bragas, pijamas, tocando los aparatos (entiéndase bien), abriendo libros, fisgando, auscultando rincones con objetos brillantes y llenos de lujo en forma de falso cromado .... en fin, que te puedes tirar practicando el gerundio durante horas y a una temperatura ideal para tu body. Esto me recuerda los comentarios que Anna Cris hizo en el Aeropuerto de Madrid que ¡ya tiene coña! se llama "Barajas" Los ancianos (ellos) han dejado la gran vía o la calle mayor, el parque o la rambla para ir al aeropuerto. Se sientan en los bancos de diseño y bordan con su labia la rutina del tiempo mientras contemplan azafatas vestidas de lino y seda, fular y botón de fantasí

silencio y sonido

Silencio y sonido Los 65 decibelios que no debieran superarse en las ciudades, pasa como con la velocidad de 50 km./hora establecida en las mismas, no lo respeta ni la propia policía que debe vigilarlo. Nos limitamos al radar y lo demás es cuestión de recaudar. Ahora se pondrá de moda el decibelímetro así que ¡ojo al ruido! La solución estará una vez más en rascarse el bolsillo, que no en la educación. Entretenidos que estamos con el carnaval de 2007, ahora que, una vez cubiertas las necesidades básicas del españolito de a pie, la sensibilidad por el ruido nos hace hablar de quítame allá unos decibelios, resulta que nos molesta el ruido. Y no carecen de razón quienes protestan, máxime cuando desde el punto de vista legal, con la ley en la mano y todas esas cosas, están en su perfecto derecho, no solo de quejarse, sino de exigir que se reduzcan o se vayan con el ruido a otra parte. Pero, amigo, con la iglesia hemos topado. Es eso que se llama la tradición, y en nombre de tradición, co

verano 2007

Llega el tinto tonto de verano. Ya no es la luna ni el calendario zaragozano quien nos dice el momento exacto que entra el verano. Es/son las rebajas de el Corte Inglés que a las 10 en punto del día "h" tiene un grupo de ansiosos compulsivos compradores dispuestos a correr hasta la primera estantería estratégicamene colocada y tocar, tocar, tocar para llevarse la ganga del año. Como en todas las estaciones, "ya es primavera", etc., tenemos la suerte en este país que se ha privatizado ya la determinación del cambio estacional. Pero ¿qué es el verano? Lo primero que se nos ocure ¡las vacaciones!. No todo el mundo se va de vacaciones, pero desde los años 60 que en la España de pandereta y Seat 600 nos mostraba a la familia preparando el viaje a cualquier costa, hemos ido evolucionando, ahora ya hay más fórmulas: el avión es el dueño del desplazamiento masivo. Volar ya no es de privilegiados y los aeropuertos se han convertido en una especie de mercadillo urbano en el q