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Mostrando entradas de mayo, 2008
Justo al lado donde vive él, hay un bar que huele a café la noche lleva puesta un farol y el silencio se cobija tras la piedra y duerme con la lagartija. Canta una nana y no sábe dormir se quedó agarrando un sueño antes de partir. Abre a las cinco de la mañana y su mamá le da un empujoncito a volaaaaarrr.... Cada día ha de salvar la valla frontera de tejados con límites de luz y antenas, la picaza poco risueña, se cabrea da un sorbo de agua y se eleva casi vertical husmea en la casa del vencejo y luego se vá Tengo la duda si desde lo alto habrá seguido su mirada y dudo a veces si volvera a la "casa violada"

La chica del escaparate

Me saludó, iba despistado miré el preció y me invitó dijo que en su silencio guarda la talla y un comentario que un guardia le dijo al pasar qué pose, qué arte salir por la puerta esperar que cierren la calle me abrazarán como cada tarde y me dejarán sola en la tienda. Apagarán las luces y nos quedamos "emergencia" y yo solas. La apertura comercial es la vida de una maniquí somos cuando la calle funciona Pero, estoy cansasa de esta sonrisa eterna. Me compraron así y dentro llevo una pena. Los niños se ríen no sé si de mi No entienden que soy de madera que ho no crecí, que me hicieron ya vestida para estar toda la vida aquí.

al Jacaranda

Desde Málaga La jacaranda está en plena euforia preveraniega. Le toma el pelo a los barrenderos, pues cuando barren bajo su tenue sombra, llueve flores sobre ellos y desesperan. Esto ha traído incluso polémica municipal: a favor y en contra de "talar" tan precioso y ornamental árbol, que no deja de ser un símbolo para una ciudad como Málaga. Es díficil comprender que el Sr. Alcalde nos invite a "tomar" la ciudad cuando para ir del hotel hasta el palacio de Congresos, a tan solo 1.500 metros, ya sea en bus, en coche, taxi, etc. tienes que hacer un recorrido de 8 kilómetros, con sus largas esperas entre semáforos, rotondas, y vías que se entrecruzan y que dividen barrios de una forma tremenda. Espero, un día, pasear por la c/. Velázquez... sentir bajo mis pies un gusano de hierro que recorre las entrañas de una Málaga que en el año 2008 sucumbió a las gruas, las escavadoras, las hormigoneras...un paisaje sin gente en medio de una ciudad abrumada. Pero al margen de est

sin maletas

Cuando me vaya no diré un adiós como si nada encontraré el viaje lleno de aventuras en cada ruta una parada en cada parada, una plaza, un camino una sombra, una palabra, ni daré la espalda al agua en la otra orilla habrán cambiado el Mediterráneo por una canción …jugando en la playa pues no sé si allá en Alejandría. …Lleva a Itaca siempre en tu pensamiento, llegar a ella es tu destino. No apresures el viaje, mejor que dure muchos años y viejo seas cuando a ella llegues, rico con lo que has ganado en el camino sin esperar que Itaca te recompense… Cuando llegue las maletas estarán perdidas en una T-4 ó “T cualquiera” ni me habré enterado del viaje donde ya no cuenta, sino el destino no contaré los árboles de la carretera ni ruta camino del sur. No viajaré de balde Ni sentiré el traqueteo de un tren sin prisas Ni miradas perdidas en la estación. Los retrasos sin ideas estúpidas que nunca permite un avión que ha eliminado los caminos implantando un nuevo destino que se llama globalización.

Lectura pausada

Te escribo cuatro líneas a dos besos de distancia desde el otro lado del puente Esto no es Fort Greene Ni la Zona Cero ni una tienda puertorriqueña que te vendan un “te quiero” en oro falso reluciente en las mismas líneas un título del libro que no leo te llegará muy fresco está bien envuelto en papel de cielo en color verde azul y agua marina no tiene título ni portada ni lomo de terciopelo tiene tan solo dos palabras dos para un libro entero. Cuando comiences a leer, te paras y te esperas un sueño entero no levantes la mirada, sigue leyendo, y un río de palabras seguirá fluyendo llegará una barca al otro lado del río con el fondo de un Manhatan te esperará alguien sentado en un banco en South Street. para que llegues siempre tarde, a destiempo retando a la hora que dos velas van consumiendo una estancia rota a la que robaron dos palabras que se llevó el viento.

pluja, rain, lluvia, pioggia

LLUEVE al fin llueve que no es otra cosa que un placer del cielo que se bebe la tierra. Y si no díganle a los matorrales y las plantas trepadoras que tomaran fuerza para seguir escalando, poco despúes resplandecerán con los verdes de todos matices. Reaparecerán los tonos oscuros del pino y de abeto, el fresco verdor de la vejetación lujuriante, la acederilla, el trébol, los trilios blancos, las violetas, y más arriba en las praderas altas los junquillos amarillos y gencianas alabarán el sol que les ponga un día de estos, posiblemente para Sant Joan cuando visitemos La Vall de Eyna, en nuestra vecina Francia, muy cerca de Puigcerdà. Pero hoy todos los políticos cantan "cantando bajo la lluvia" porque San Pedro, que controla el agua del cielo, les había puesto en un apuro. Agotados los embalses, pantanos, estanques, charchas y charquitos el pueblo seguía pidiendo agua, que es lo mismo que pedir guerra, y en esto que llegó Mr. Artur-nacionalista un tanto pijito y díjole al

DEL LIBRO DE VISITAS encontrado en Printimatge Sabadell

Amo en silencio a una mujer y su desierto. Amo en silencio nuestras miradas en fugaz encuentro. Amo en silencio su sabiduría, de saber, que, la amo en silencio. (el negro canalla argentino)

Emil

Nada más que tu rostro llevaba la marca del adiós sentado en el muelle de esta bahía esperando que alguien nos mire pero nos ahorramos decir cuanto te podemos querer según el peso de tu sonrisa y esa ironía, no sé si búlgara que se cuela a través de la palabra no tardes tanto en venir a comer no hay excusas ni calendario vienes antes y punto. Ordena como se ponen las cosas el severo orden de los platos el llenado de los vasos de un tinto, de dos, de cuatro qué importa "soplar" cuando vivir solo es un trago. No sabemos cómo decir adiós cuando nos vamos. Desde Mozambique a Bulgaria hay un Sant Quirze en esta comarca del Vallès Occidental que recoge tu alma para llorar, un sol tras la ventana tan solo te hemos visto llegar. Emil, tan solo llegar.