Cuando el río Odra

Hartos o no de oir sobre el calentamiento global, lo cierto es que cada aportación nos unde un poco en la herida. No permitamos que la rutina nos borre la sensibilidad para seguir mantieniendo actitudes más "amables" con la naturaleza y con la forma de vida. Nos piden, pedimos pequeñas aportaciones, sencillas y asequibles, tales como no dejar los aparatos concectados sin necesidad, televisores, cargadores, etc. Aprovechar las sombras y el sol antes de darle al botón de la calefacción y de aire acondicionado. Acortar el tiempo de ducha, reciclar, etc. Hay miles de pequeñas actitudes cotidinas que ayudan mucho. Un pequeño cambio por cada ciudadano a la hora de evitar derroche inncesario hace un bien, no solo a tus semejantes, sino al conjunto del planeta. Cada pequeño detalle no pasa inadvertido, y el primer beneficiado serás tú.