En tiempos de crisis, brotan las palabras, los sentimientos... Busca la gente alguien a quien contar lo mal que le va. Es como una pesadilla. Está pasando. Tras muchos años de antiguedad en la sociedad, en el trabajo, en la cooperativa, en la empresa, en la oficina... de repente todo se va al carajo. ¿Y los planes?
Cuando vas adecentando una cuenta corriente con un trabajo rutinario y aburrido, todo conduce a un manejo de la tarjeta en la medida que nos da la cresta mensual como saldo disponible para fundir en uno u otro ATP. Los restaurantes, los viajes, las juergas, el despilfarro de una recién fulgurante clase media nos ha ido colocando en una falsa "sociedad del bienestar" que no quiere decir del buen hacer, del buen sentir, de las buenas maneras... todo esto decreció al mismo ritmo que aumentaba nuestro tiempo de "shoping". Así, a medida que "engordábamos", perdimos la esencia de la vida. Mientras el planeta hacía su protesta, nosotros mirábamos para otro lado-planeta, pensando que la cosa no tenía nada que ver con nosotros. Los políticos y los mercaderes se fundieron en un abrazo que ha durado toda una burbuja inmobiliaria -véase Marina d'Or- De oro se han puesto muchos promotores mientras las playas doradas reconvertidas en jakuccis en primera línea de la era friki en medio de la tontería nacional. Mientras a la tele le encargaron que nos entretuviera con su particular basura espectáculo-mediática, nos metieron más fútbol por vena y todos tan contentos añadiendo cada año un 14% a la subida de nuestros pisos e hinchando hipotecas como si fueran Mc pollos de McDonalds.
Pero llegó Obama y con él la esperanza. Ahora nos damos cuenta que como siempre, todo lo bueno y lo malo viene de América. Necesitamos a "papá" Emperador para seguir siendo ilusos gobernados por los filmes de Hollywood. Cuando despierte de esta larga siesta, estaremos igual que antes. Algunos nos apoyaremos en la lindera de este camino a pensar o a "pasar".
Cuando vas adecentando una cuenta corriente con un trabajo rutinario y aburrido, todo conduce a un manejo de la tarjeta en la medida que nos da la cresta mensual como saldo disponible para fundir en uno u otro ATP. Los restaurantes, los viajes, las juergas, el despilfarro de una recién fulgurante clase media nos ha ido colocando en una falsa "sociedad del bienestar" que no quiere decir del buen hacer, del buen sentir, de las buenas maneras... todo esto decreció al mismo ritmo que aumentaba nuestro tiempo de "shoping". Así, a medida que "engordábamos", perdimos la esencia de la vida. Mientras el planeta hacía su protesta, nosotros mirábamos para otro lado-planeta, pensando que la cosa no tenía nada que ver con nosotros. Los políticos y los mercaderes se fundieron en un abrazo que ha durado toda una burbuja inmobiliaria -véase Marina d'Or- De oro se han puesto muchos promotores mientras las playas doradas reconvertidas en jakuccis en primera línea de la era friki en medio de la tontería nacional. Mientras a la tele le encargaron que nos entretuviera con su particular basura espectáculo-mediática, nos metieron más fútbol por vena y todos tan contentos añadiendo cada año un 14% a la subida de nuestros pisos e hinchando hipotecas como si fueran Mc pollos de McDonalds.
Pero llegó Obama y con él la esperanza. Ahora nos damos cuenta que como siempre, todo lo bueno y lo malo viene de América. Necesitamos a "papá" Emperador para seguir siendo ilusos gobernados por los filmes de Hollywood. Cuando despierte de esta larga siesta, estaremos igual que antes. Algunos nos apoyaremos en la lindera de este camino a pensar o a "pasar".
"Cuando despierte de esta larga siesta, estaremos igual que antes. Algunos nos apoyaremos en la lindera de este camino a pensar o a "pasar"....
ResponderEliminaro esperemos que el acelerador de partículas nos trague por un agujero negro antes de que los crueles chinos sean nuestros próximos dictadores y padres adoptivos.
jeje estuvo bueno lo del mc pollo