Hace gracia ver un pueblo en Valladolid cuyo nombre comienza con letra "W", el único en España. Se llama Wamba, muy godo queda. Así entre los perfiles de los Montes Torozos los autocares de servas discurren sin retenciones de ningún tipo por las carreteras... a Torrelobatón -castillo- y finalmente en Urueña. Poco antes "desenfundamos" el pic-nic a lado de la ermita de la Anunciada. La silueta de la muralla Urueña nos fija un punto rotundo en nuestro horizonte. Algunos no saben que dentro de la muralla hay un pueblo, con sus casas, su iglesia, sus museos, librerías, bares, tiendas... la magia de encontrar un lugar que le denominan "la villa del libro". Da la impresión de que está un poco decaído. No sé quien tiene que promocionar esto, pero puede dar mucho más de sí. Es un lugar apto para todos, niños y grandes, altos y bajos, hombres y mujeres que quieran pasear, leer, observar, otear los inmensos campos...ver caer la tarde con sul sol, levantar el ánimo en el bar. Dejarse caer en una librería, en una tienda. Sí, algo hay que comprar, algo que visitar como en cualquier lugar, pero aquí tiene un sabor especial. De todos modos a la "villa del libro" le llamaría la "VIDA DEL LIBRO". Hay gentes que vienen emocionadas por encontrar en medio de un pueblo perdido esta especie de oasis cultural. Puede que tengas todos los libros del mundo a tu alcance en tu ciudad, en internet... Pero al comprar un libro en Urueña estás contribuyendo por el mismo precio, y por menos a mantener espacios de belleza y paz, de cultura, espacios de tranquilidad y plena cobertura intelectual ¡déjate de tonterías! por un rato y como ejercicio singular "desconecta" de todo artilugio de navegación y mensajería y verás como te llegan otras ondas. Paseando por la muralla encontré amigos mirando a ese mar de Castilla, mar ocre rastrojo, marrón barbecho, algunas lomas pardas y colores ceniza de linderas, eriales...gastando el tiempo. Me sumé al grupo para seguir contemplando y aprovechar un momento para dar lectura en un libro "cuentos de ciego"
Dedicado a mi madre que se despidió este 11 de abril Querida madre tanto tiempo ha pasado... a tus 97 años me había acostumbrado a tu mirada, a tus palabras, a tus sonrisas a tu cotidiana cara sonriente que formaba parte de mi vida. Y sueño con que me miras que el silencio es tan sólo una pausa que aún no dejas esta vida que no puede estar vacía esta casa. Ni esta alma de sequía quiere aceptar lágrimas... que aún no es tiempo de tu partida... Que seguiremos dando una vuelta al jardín y escucharé tu comentario ¡Qué bien se está aquí! Me hablarás de los amigos, la familia los que quieres, los que te quieren de quienes te miman cada día de los juegos de cartas o del parchís. Sin olvidar tu cara de alegría al vernos llegar, también al salir esbozabas sonrisas a cuantos se cruzaban contigo siempre has sabido decir palabras gratas a cada amigo Cómo se agolpan los recuerdos lo mismo que aquellos trastos guardados ...
Urueña, otro pueblecito castellano bien precioso, precioso de verdad, yo también lo tengo inmortalizado en mi blog jejejeje.
ResponderEliminarMi abrazotedecisivo