


Andorra es un país de valles y de vallas, un país lleno de iglesias y de farmacias y de bancos y casas colgantes o colgadas.
Los Servas “ocupamos” el albergue de Aina en Canillo, regido (¿) por un capellán, “Mossèn Ramon” un tipo de los que ya no quedan. No solo por su simpatía y su verbo, también por su espíritu hospitalario que se impregna en las paredes de la sala principal del albergue, Mossèn Ramon tiene un perfil de Servas, pero a lo grande.
Es un principado donde los co-príncipes viven fuera del país; un primer ministro: Sarkosy y el Obispo de la Seo d’Urgell,–cosas de la tradición- Así que las princesas solo están de cajeras en “Pyrenees” y hablan catalán, francés, español y portugués.
casi 80 mil habitantes con diferentes derechos, por eso de los “límites mentales” y la protección de la especie. Pero nuestra sala de encuentro se llamaba “de los Pariatges” haciendo honor al viejo tratado del siglo XIII, que debido a numerosas disputas, firmaron entre el obispo de Urgel y el conde de Foix, un documento de reconciliación que dio origen a la institución del coprincipado.
Un país de bienes y de nieves y aguas calientes todo libre de impuestos. Aquí no hay playa como en Madrid, vaya, vaya, pero las telesillas bombean gentes a las cumbres nevadas para “pelarnos la nariz”. Paisajes de adorno en un Ordino con su “camí de Ferro” y estatuas que soportan unos valles un tanto urbanizados, los caballos pacen y a nuestro paso, levantan cabeza buscando un hombre que les susurre.
El agua fluye, baja y está por todas partes, y no temen ocultar los ríos para ganar espacio y colocar unos jardines o unos bancos para que los visitantes hagan un descansito, reposar las bolsas entre tienda y tienda.
Cuando entras la frontera, ni te saludan siquiera, cuando sales ¿algo pa declarar?
una cámara, una visera, un loro, cuatro “toblerones”, mantequilla holandesa, queso francés, tabaco de oferta, licores para reponer la “wiskera” un mp3, ropa vaquera, … ande, ande… ¡tire, tire! que si me pongo a requisar, también le quito esas ruedas, el radio-cd, la tele de plasma y esa cámara que lleva en la guantera, los 5 frascos de “chanel” y la Biblia entera… ..¡tire, tire,… y no he visto na!.
¡Qué bien!, con la gente que vino de Aragón, Madrid, Francia, Valencia. Nos queda en el recuerdo las fotos digitales y en la memoria el camino para volver a ver N.S.de Meritxel, una virgen de ojos grandes que tiene una calle muy larga.
Los Servas “ocupamos” el albergue de Aina en Canillo, regido (¿) por un capellán, “Mossèn Ramon” un tipo de los que ya no quedan. No solo por su simpatía y su verbo, también por su espíritu hospitalario que se impregna en las paredes de la sala principal del albergue, Mossèn Ramon tiene un perfil de Servas, pero a lo grande.
Es un principado donde los co-príncipes viven fuera del país; un primer ministro: Sarkosy y el Obispo de la Seo d’Urgell,–cosas de la tradición- Así que las princesas solo están de cajeras en “Pyrenees” y hablan catalán, francés, español y portugués.
casi 80 mil habitantes con diferentes derechos, por eso de los “límites mentales” y la protección de la especie. Pero nuestra sala de encuentro se llamaba “de los Pariatges” haciendo honor al viejo tratado del siglo XIII, que debido a numerosas disputas, firmaron entre el obispo de Urgel y el conde de Foix, un documento de reconciliación que dio origen a la institución del coprincipado.
Un país de bienes y de nieves y aguas calientes todo libre de impuestos. Aquí no hay playa como en Madrid, vaya, vaya, pero las telesillas bombean gentes a las cumbres nevadas para “pelarnos la nariz”. Paisajes de adorno en un Ordino con su “camí de Ferro” y estatuas que soportan unos valles un tanto urbanizados, los caballos pacen y a nuestro paso, levantan cabeza buscando un hombre que les susurre.
El agua fluye, baja y está por todas partes, y no temen ocultar los ríos para ganar espacio y colocar unos jardines o unos bancos para que los visitantes hagan un descansito, reposar las bolsas entre tienda y tienda.
Cuando entras la frontera, ni te saludan siquiera, cuando sales ¿algo pa declarar?
una cámara, una visera, un loro, cuatro “toblerones”, mantequilla holandesa, queso francés, tabaco de oferta, licores para reponer la “wiskera” un mp3, ropa vaquera, … ande, ande… ¡tire, tire! que si me pongo a requisar, también le quito esas ruedas, el radio-cd, la tele de plasma y esa cámara que lleva en la guantera, los 5 frascos de “chanel” y la Biblia entera… ..¡tire, tire,… y no he visto na!.
¡Qué bien!, con la gente que vino de Aragón, Madrid, Francia, Valencia. Nos queda en el recuerdo las fotos digitales y en la memoria el camino para volver a ver N.S.de Meritxel, una virgen de ojos grandes que tiene una calle muy larga.
Luis Miguel Avendaño.
Hola Luis. ¡Qué buena pinta tiene ese viaje, realmente! Me ha dado pena que no me he enterado del evento este. ¿Se había anunciado? Pero vamos, que no reprocho a nadie, he estado bastante concentrado en otras cuestiones esta temporada; no sé si leíste que por fin hemos publicado el proyecto divulgativo Planeta Utopía ¿te llegó la información sobre ello?
ResponderEliminarSaludos y a seguir bien.