Servas en L'Escala

L'Escala, Empúries, Girona, Catalunya...una referencia para la organización Servas que visita por segunda vez. Muy buen ambiente, muchos abrazos en esta gente que insiste en eso de la amistad. Pero a pesar de ello, discuten, se enfadan y amenazan con irse si no se les proteje sus datos... Gente que ríe y sonríe con facilidad, que le preocupan los problemas de los otros, del mundo mundial, gente que hace Chi-kum en la playa en un invierno de 8,30 horas de la mañana, que le hacen comer a las trece horas en un albergue insensible a los sueños de los viajeros "activos", gente que camina y viaja, que se relaja, que trae tartas desde Burgos con sabor suizo, gente que se abraza, que se reune y se hace fotos, que se deja nombrar un cargo "porompompom", que dimite, que se despide... hay los adioses, otra vez los abrazos, gente que pasea orillas de todas las playas perfumadas de café ahora que no hay tramontanta. Gente que toma café y charla, gente que se abraza. Gente que cura la espalda, y que canta "estaba el Lobo labate" Gente que ronca, ¡joder cómo ronca!, pero luego se lava. Gente que baila la danza del mundo, las danzas que nunca acaban, ... y se abrazan, que se pasean por el "Call jueu", escalinatas y entra en las iglesias sin santiguarse, pero resignan su humildad ante el tapiz de la creación, Girona: Rambla de la libertad y otro café intramuros.


Volvemos al comedor del albergue sin nombre para escuchar historias de viajes a Japón, a Praga y Perú, el cañón vomita fotos. Gente que se va al parque a columpiarse con las cigüeñas y mientras anillan los pájaros la Naturaleza se enternece en "els Aiguamolls de l'Empordà" Gente que abraza al conserje cuando pide silencio y...y sonríe. Gente que se mira, que se habla, que se da emociones. Al menos así lo veo, así me lo han dicho, así lo creo, ¿Será así?