Susurro un poema
y el caballo me mira
con cara de pena
Suscita en mí un son
de “allá en la Habana”
Senita, sentada en el Malecón
deja su mirada pendida
se bebe el mensaje de una botella
que le sabe a oración
mientras trabaja la furgoneta
comiendo kilómetros
de infinita carretera
allá los chopos albos
se hacen el pino mediterráneo
tratan de alinear la luz
mientras … discurre
el paisaje dormido
por nuestras cabezas
una “casa en la pradera
por las cumbres de Corbera
where only they speak
the Sakespeare language
alrededor de una cena.
© Luis Miguel Avendaño
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